Existe mucha controversia alrededor del diagnóstico temprano de la Enfermedad de Alzheimer por el hecho de que todavía no contamos con tratamiento curativo. Algunos especialistas plantean consideraciones éticas en relación a las consecuencias que puede tener el diagnóstico en la vida del paciente y la probabilidad de que le afecte negativamente.
Esta visión fatalista deja fuera todos los avances que se han dado en los últimos años en relación al a enfermedad de Alzheimer. Que no se haya encontrado todavía la cura no significa que no hay nada que hacer, por el contrario, es mucho lo que se puede y se debe hacer para ofrecer una mejor calidad de vida tanto al paciente como a su familia y si lo llevamos al campo ético, es deber de quienes trabajamos con estos trastornos, ofrecer la mejor calidad de vida posible a quien lo padece.
Existe mucha evidencia científica a favor del diagnóstico precoz de la Enfermedad de Alzheimer, y de que el tratamiento farmacológico del que se dispone en la actualidad, acompañado de una amplia gama de medidas no farmacológicas, ayudará a ralentizar la enfermedad y darle más calidad de vida al paciente, sobre todo cuando se inicia tempranamente.
Ventajas de la evaluación diagnóstica temprana.
1. Los síntomas pueden ser reversibles.
Algunos síntomas cognitivos pueden ser causados por una condición médica reversible que no es Alzheimer y debe descartarse. E incluso si hay una demencia subyacente, el diagnóstico y tratamiento de afecciones reversibles concomitantes pueden mejorar la función cerebral y reducir los síntomas.
2. Inicio de tratamiento temprano.
El tratamiento de la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades que influyen sobre el compromiso cognitivo suele ser más efectivo cuando se comienza en estadios iniciales del proceso de la enfermedad.
3. Permite que la persona pueda tomar decisiones sobre su futuro
Un diagnóstico temprano, adecuadamente manejado, permite a la persona participar en su propia planificación legal, financiera y de atención a largo plazo y dar a conocer sus deseos a los miembros de la familia lo que implica mayor tranquilidad para todos.
4. La persona puede concentrarse en lo que es importante para ella en esa etapa de su vida y evitar situaciones de riesgo.
Le brinda al paciente la oportunidad de priorizar la forma en que pasa su tiempo, tal vez completando objetivos de la vida que ha postergado, completando proyectos o creando recuerdos familiares que sean importantes para él. El diagnóstico precoz también puede evitar decisiones basadas en el desconocimiento de su situación que no sean favorables, como hacer compromisos legales o financieros que serán difíciles de cumplir a medida que la enfermedad progresa.
5. Puede favorecerse la estimulación cognitiva.
Las personas diagnosticadas temprano en el proceso de la enfermedad pueden aprender y aprovechar distintas estrategias de estimulación que además de seguir aportando a su reserva cognitiva, ayudarán a manejar y enfrentar mejor los síntomas de la enfermedad lo que va a favorecer la evolución.
6. Ayuda a la familia.
Un diagnóstico temprano brinda a las familias más oportunidades de aprender sobre la enfermedad, desarrollar expectativas realistas y planificar su futuro juntos, lo que puede reducir el estrés y los sentimientos de carga y culpa más adelante en el proceso de la enfermedad.
7. También ayudará con el manejo de los síntomas.
El diagnóstico temprano permite que la persona y la familia atribuyan cambios cognitivos a la enfermedad en lugar de fallas personales, preservando la valoración de la persona durante todo el proceso de la enfermedad lo que ayudará a prevenir los síntomas conductuales y afectivos.
En conjunto, estas ventajas resultan en una mejor calidad de vida para la persona afectada, menos estrés para los cuidadores y más tiempo para atesorar el presente y prepararse para el futuro.
Ahora bien, la eficacia del diagnóstico temprano pasa por el adecuado manejo de la información que recibe el paciente. Ciertamente es un diagnóstico muy duro que compromete toda la vida de la persona y de la familia y es muy importante que se de en un entorno de confianza y de esperanza.
Cuando el paciente acude a la consulta ya sabe que algo no va bien y por eso busca ayuda. El miedo está presente, la incertidumbre y la angustia por lo que puede estar pasando y es muy importante tomar todo esto en cuenta y generar confianza y esperanza fundamentada en la realidad. Siempre se pueden hacer cosas que van a ayudar al paciente y es importante el manejo de información veraz adaptada a su caso particular.
El trabajo a realizar debe incluir un equipo interdisciplinario donde cada profesional tiene un rol muy importante en la ayuda que se ofrece, tanto para el diagnóstico como para el tratamiento en sus distintas modalidades, tanto farmacológica como no farmacológica.
El diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en la evolución de la enfermedad.
Ante la epidemia de Alzheimer que tenemos por delante es muy importante la promoción de campañas dirigidas a concientizar a la población para que adopte medidas preventivas, y también para que busque ayuda ante la presencia de síntomas cognitivos y los especialistas tenemos que estar preparados para darle respuesta.
Llevo más de 20 años trabajando con trastornos cognitivos. En mi experiencia he visto el gran interés de la población en buscar respuestas ante las fallas cognitivas y la disposición a la intervención temprana.
También he sido testigo a lo largo de estos años, de los resultados del diagnóstico precoz seguido de un plan de trabajo que ofrezca opciones al paciente para tener una mejor evolución. Es cierto que la enfermedad seguirá su curso, pero el tratamiento adecuado ayudará a que a que este progreso sea más lento y que el paciente pueda tener una mejor calidad de vida, y que la familia y los cuidadores puedan manejar cada etapa de la enfermedad con menos presión y más tranquilidad.
Hace falta muchos especialistas formados en esta área porque ciertamente la demanda de atención supera con mucho a la capacidad de respuesta que tenemos en la actualidad. Por años he formado especialistas a nivel de postgrado y veo como cada vez somos más y más insuficientes. ¡Claro estamos hablando de una epidemia mundial de Alzheimer y esto desborda cualquier capacidad de respuesta que podamos disponer en cada país!
¡Definitivamente urge la necesidad de difundir información sobre prevención y hacer crecer el compromiso con la salud cognitiva de cada persona y también formar especialistas que trabajen con prevención e intervención temprana, además de las distintas fases de la enfermedad!
Tenemos que sumarnos para lograr el gran objetivo del milenio que es alcanzar un cerebro sano toda la vida. Mientras llegamos allí, tenemos que cuidarnos y cuidar a quienes puedan están en riesgo de desarrollar esta enfermedad o están atravesando por ella.
El impacto del Alzheimer afecta no solo al paciente sino también a toda la familia, la sociedad, el sistema sanitario, y por como van las cosas, la economía y todas las esferas del quehacer humano.
La clave del cambio: Prevención y diagnóstico precoz.
María Olivia Goncalves, PhD
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