Lo que sucede en tu cerebro cuando comes chocolate: ciencia detrás del placer

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Lo que sucede en tu cerebro cuando comes chocolate: ciencia detrás del placer

Lo que sucede en tu cerebro cuando comes chocolate: ciencia detrás del placer

El chocolate es mucho más que un simple antojo. Detrás de su sabor irresistible hay una compleja interacción de compuestos bioactivos que actúan sobre nuestro cerebro, influyendo en el estado de ánimo, la atención e incluso en ciertas funciones cognitivas. Pero, ¿qué dice la ciencia sobre este alimento tan apreciado? ¿Es solo un placer culposo o también un aliado para el bienestar mental?

En este artículo, exploramos lo que ocurre en tu cerebro cuando comes chocolate, especialmente aquel con alto contenido de cacao, y cómo sus componentes pueden afectar positivamente —aunque también con ciertos matices— tu salud cerebral.

El cacao: mucho más que sabor

El chocolate, en su forma más pura, proviene del cacao: una planta rica en compuestos naturales que tienen efectos interesantes en el cuerpo y la mente. Entre estos se encuentran los flavonoides (como la epicatequina), la teobromina, la cafeína, y pequeñas cantidades de triptófano y feniletilamina.

Estas sustancias, en conjunto, pueden contribuir a estimular nuestro sistema nervioso, mejorar el flujo sanguíneo cerebral y favorecer la producción de ciertos neurotransmisores vinculados al placer y la motivación.

¿Por qué el chocolate nos hace sentir bien?

Dopamina y sensación de recompensa

Cuando comemos chocolate, nuestro cerebro activa el sistema de recompensa, liberando dopamina, una sustancia química relacionada con el placer y la motivación. Es el mismo sistema que se activa cuando escuchamos música que nos gusta o cuando alcanzamos una meta.

Serotonina y estado de ánimo

El cacao también contiene precursores de la serotonina, otro neurotransmisor que ayuda a regular el estado de ánimo, el apetito y el sueño. De ahí que muchas personas lo asocien con una sensación de bienestar y relajación.

Endorfinas y alivio del estrés

Además, el chocolate puede estimular la liberación de endorfinas —las llamadas «hormonas de la felicidad»— que tienen un efecto analgésico natural, ayudando a reducir el dolor y el malestar emocional.

¿Puede el chocolate mejorar tu cerebro?

Cada vez más estudios señalan que el cacao, especialmente el que tiene un alto contenido en flavonoides, podría tener efectos beneficiosos en el cerebro. Entre los más destacados están:

  • Mejor circulación cerebral: Los flavonoides del cacao favorecen la vasodilatación, lo que permite que llegue más oxígeno y nutrientes al cerebro.

  • Mayor atención y velocidad de procesamiento: En pruebas cognitivas, se ha observado que el consumo moderado de chocolate amargo puede mejorar la rapidez con la que procesamos la información.

  • Mejor memoria a corto plazo: Algunos estudios han encontrado que personas mayores que consumen cacao regularmente tienen mejor rendimiento en tareas de memoria verbal y de atención.

Evidencia científica reciente

Estudios recientes han encontrado resultados interesantes:

  • En adultos mayores, el consumo diario de chocolate negro con alto contenido de cacao (85 %) mejoró el estado de ánimo y la diversidad de la microbiota intestinal, una conexión clave en el eje intestino-cerebro.

  • Investigaciones con resonancia cerebral mostraron que el cacao puede aumentar el flujo sanguíneo en regiones relacionadas con la memoria, como el hipocampo.

  • Revisiones sistemáticas han identificado mejoras modestas en funciones ejecutivas (como la planificación y la toma de decisiones) tras varias semanas de consumo de flavonoides del cacao.

¿Y si lo tomamos como hábito?

Tomado con moderación, el chocolate puede formar parte de un estilo de vida saludable y mentalmente protector. Especialmente si se elige chocolate negro con más del 70 % de cacao, los beneficios pueden incluir:

  • Reducción del estrés percibido

  • Mejora en el estado de ánimo en momentos de fatiga o tensión emocional

  • Potencial protección frente al deterioro cognitivo a largo plazo

Eso sí, no es un alimento mágico ni sustituye una dieta equilibrada ni otras prácticas preventivas como el ejercicio físico, el sueño adecuado o el control del estrés.

No todo el chocolate es igual

Es importante saber distinguir. No todos los chocolates tienen los mismos efectos. Los productos comerciales con alto contenido de azúcar, grasas añadidas y bajo porcentaje de cacao suelen carecer de muchos de los compuestos beneficiosos.

¿Qué debes buscar?

  • Un chocolate que tenga al menos 70 % de cacao (idealmente 85 %)

  • Que esté bajo en azúcar y sin grasas hidrogenadas

  • Preferiblemente orgánico y de comercio justo

También es clave controlar las cantidades. Entre 10 y 30 gramos al día de chocolate negro pueden ser suficientes para disfrutar de sus beneficios sin sobrecargar el cuerpo de calorías vacías.

Conclusión: un placer con base científica

Disfrutar de un trozo de chocolate amargo puede ser algo más que un capricho: es una pequeña inversión en bienestar cerebral, siempre y cuando se consuma con criterio.

El cacao, con su riqueza en flavonoides y otros compuestos bioactivos, tiene el potencial de mejorar el ánimo, proteger la función cognitiva y hasta favorecer la circulación cerebral. Pero como todo en salud, el equilibrio es la clave.

Así que la próxima vez que saborees chocolate, hazlo con conciencia y placer: tu cerebro también lo agradecerá.

     

    Gabriel Lorian

    ________________

    Fuente: Shateri Z, Kooshki A, Hormoznejad R, Hosseini SA, Mousavi R, Foroumandi E. Effects of chocolate on cognitive function in healthy adults: A systematic review and meta-analysis on clinical trials. Phytother Res. 2023 Sep;37(9):3688-3697. doi: 10.1002/ptr.7896. Epub 2023 May 21. PMID: 37211619.


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