Los ataques terroristas en el World Trade Center (WTC) en la ciudad de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001 causaron miles de muertos y heridos. Los sobrevivientes de los ataques fueron testigos de intensos eventos traumáticos y estuvieron expuestos al polvo y los escombros relacionados con el colapso de las torres por tiempo prolongado lo cual generó un importante impacto sobre todas las esferas de su salud.
Dentro de estos efectos se incluye el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), depresión, asma, cáncer, compromiso cognitivo y otras afecciones que se han venido estudiando.
Diecinueve años después del evento, los sobrevivientes continúan evidenciando efectos de todo lo que experimentaron. Hay un gran segmento de quienes participaron en labores de rescate que sufre de disfunción cognitiva como resultado de su trabajo y todos los esfuerzos en los que estuvieron involucrados.
Dos de las explicaciones que se han dado a esta situación se relacionan con la exposición al polvo contaminado durante el tiempo en que permanecieron en el sitio y al trastorno de estrés postraumático severo y crónico que muchos presentaron.
Excavar a través de escombros colapsados durante semanas bajo el estrés de búsquedas altamente emocionales también se ha relacionado con síntomas de enfermedad neurodegenerativa, trastornos pulmonares, afectación de la memoria y disminución de la velocidad de procesamiento cognitivo .
Desde 2001, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han ofrecido un programa de monitoreo y tratamiento de la salud para los trabajadores de servicios de rescate del WTC. En uno de sus centros ubicado en Stony Brook University, se atiende a más de 8,000 personas que viven en Long Island, NY, con citas de seguimiento cada 12 a 18 meses.
Se han realizado varios estudios con esta población. En uno de ellos, que aparece publicado en Alzheimer’s & Dementia, los investigadores midieron la función cognitiva de una cohorte de 1.193 miembros de los equipos de rescate del WTC y luego compararon sus resultados con una base de datos de adultos cognitivamente sanos. Encontraron que este grupo evidenció déficit en el rendimiento cognitivo en comparación con la población normal y que aquellos que habían pasado más tiempo (más de 5 semanas) en el sitio tenían un deterioro cognitivo aún más pronunciado.
Los investigadores plantearon la hipótesis de que la exposición del WTC y el TEPT estarían asociados con disfunción cognitiva general y en una serie de dominios cognitivos implicados en enfermedades neurodegenerativas. Tomados en conjunto, los resultados pueden sugerir que las exposiciones continua al polvo contaminado del WTC pueden tener efectos negativos a largo plazo en el funcionamiento neuronal que afecta a las regiones cerebrales relacionadas con distintas funciones cognitivas, incluido el hipocampo.
Varios estudios han postulado que en estos resultados probablemente influye la exposición a contaminantes neurotóxicos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos, que se han relacionado con disfunción neuronal temprana en la vida y a los que los rescatistas del WTC estuvieron expuestos durante largos períodos.
Es de destacar que quienes habían sido diagnosticados con TEPT mostraron un deterioro cognitivo aún mayor. Encontrándose que el TEPT estaba ampliamente asociado con peores desempeños cognitivos en todas las medidas relacionadas con el riesgo de enfermedad neurodegenerativa, incluida la velocidad de reacción, la velocidad de procesamiento y la memoria.
Las condiciones de salud comórbidas pueden aumentar el riesgo de deterioro cognitivo. El TEPT se asocia con una mayor probabilidad de desarrollar deterioro cognitivo o diversas formas de demencia. Es posible que las exposiciones relacionadas con el 11 de septiembre y las condiciones de salud resultantes aumenten este riesgo.
Reserva cognitiva
Otro estudio realizado con esta misma población, en lugar de evaluar el vínculo directo entre las afecciones de salud relacionadas con el 11 de septiembre, como el TEPT y el deterioro cognitivo, se centró en identificar ciertos factores a nivel individual que pueden ser neuroprotectores.
Los objetivos de esta investigación fueron: Estimar el grado de confusión o pérdida de memoria autoinformada entre las personas expuestas a los ataques del WTC, identificar indicadores de reserva cognitiva como logro educativo, estado civil, estado laboral, apoyo social, integración social y actividad física, y determinar si la confusión o la pérdida de memoria están asociadas con diferentes niveles de reserva cognitiva.
Lo hallazgos mostraron que la confusión y la pérdida de memoria afectaron a más de la quinta parte de los participantes del estudio, y el nivel de reserva cognitiva influyó en la probabilidad de desarrollarla.
Aquellos con mayor nivel educativo, más apoyo social y mayores niveles de actividad física fueron menos propensos a reportar confusión o pérdida de memoria que aquellos con menos reserva cognitiva en general.
Los indicadores de RC que arrojaron mejores resultados en este estudio fueron el apoyo social y la integración social. Según los investigadores, su presencia ayudó a disminuir la probabilidad de desarrollar síntomas de deterioro cognitivo en este grupo.
Los resultados sugieren que esto es válido para aquellos con TEPT probable, así como aquellos sin TEPT probable, aunque los efectos fueron más favorables para aquellos sin TEPT probable. Los investigadores consideran que todos los miembros de la cohorte se beneficiaron de participar en actividades que promueven la reserva cognitiva, lo que resultó en una menor probabilidad de experimentar confusión o pérdida de memoria y una mejor salud general.
Las personas que estaban menos aisladas socialmente, que participaban en más actividades sociales y tenían redes sociales más grandes, reportaron menos problemas cognitivos que los que no contaban con estos recursos.
La teoría de la reserva cognitiva sugiere que niveles más altos de educación, además de participar en actividades cognitivamente desafiantes, pueden crear conexiones neuronales más fuertes, que pueden ofrecer protección contra los síntomas de deterioro cognitivo.
Mientras más reserva cognitiva tenga una persona, más plástico y adaptable es su cerebro; un cerebro con más plasticidad puede manejar el daño de manera más efectiva antes de mostrar síntomas clínicos y esto es valido para todo tipo de población incluyendo quienes son victimas de situaciones tan intensas como las vividas en el WTC.
María Olivia Goncalves PhD.
Fuentes:
A Cognitive Reserve and Social Support-Focused Latent Class Analysis to Predict Self-Reported Confusion or Memory Loss among Middle-Aged World Trade Center Health Registry Enrollees, Int J Environ Res Public Health. 2019 Apr; 16(8): 1401. Published online 2019 Apr 18. doi: 10.3390/ijerph16081401
Cognitive impairment among World Trade Center responders: Long-term implications of re-experiencing the 9/11 terrorist attacks. Alzheimer’s & Dementia: Diagnosis, Assessment & Disease Monitoring Volume 4, 2016, Pages 67-75
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